Luego de 18 años en la UDEP, Mariela Briceño de Caminati se despide. Su historia en la universidad la han marcado la dedicación y el cuidado por la educación, el matrimonio y la familia.
Por Betsy Salazar. 14 septiembre, 2023.
Mariela Briceño Galdós de Caminati ingresó a trabajar a la UDEP en el 2005; pero, su verdadero viaje en la universidad comenzó el 2002, cuando la doctora Luz González la invitó a formar parte del proyecto del que sería luego el Instituto de Ciencias para la Familia (ICF). Mariela aceptó este desafío con valentía, marcando así el comienzo de una historia llena de retos significativos.
Bajo la guía del doctor Juan Viladrich, quien era entonces el director del ICF de la Universidad de Navarra, Mariela, Paul Corcuera, Mariela García y César Chinguel empezaron a estudiar la Maestría en Matrimonio y Familia la cual les permitiría sacar adelante el proyecto.
Desde el 2005, comenzó su trabajo en el ICF. Su labor abarcó la organización de cursos, seminarios, charlas y ser parte del equipo que inició la primera maestría dictada desde el instituto. Comenta que en los inicios les tocó hacer de todo un poco. A lo largo de los años, el ICF ha crecido significativamente, gracias al trabajo bien hecho y la dedicación de Mariela y de todo el equipo.
Paul Corcuera, director del ICF, refiere que trabajar con ella ha sido muy fácil porque es una persona alegre, sencilla, colaboradora, que ha mostrado siempre una gran identificación con la institución, sentido común, responsabilidad y un nivel muy grande de confianza. “Es una persona con buena formación, con espíritu de servicio, con preocupación por el desarrollo de las personas”, acota.
Además, agrega, siempre estuvo dispuesta a enseñar; por ello, asumió el dictado de la asignatura “Educación para el Amor” y la formación de jóvenes en una temática importante para su desarrollo en la afectividad. “Ha sido clave en los programas de formación que hemos ofrecido a matrimonios”.
Sobre la labor docente que ha desempeñado, la profesora Mariela García comenta: “Su dedicado trabajo docente ha promovido la actitud reflexiva y esperanzadora de los alumnos acerca de la trascendencia y la belleza del amor humano, del matrimonio y de la familia”.
Aprendizajes en UDEP
Mariela refiere que lo que más ha aprendido en la universidad es hacer bien su trabajo y a sacar adelante los proyectos propuestos. Sin embargo, sostiene que eso no hubiese sido posible sin el buen ambiente laboral que ofrece la UDEP y el ambiente físico que ayuda a hacer las tareas encargadas.
Sobre ello, Gloria Huarcaya, compañera de trabajo, afirma que Mariela siempre se ha destacado por su amabilidad en el trato con los alumnos, y por la diligencia que siempre pone para la preparación de clases y de los materiales. “Pedirle una clase, significa que no la va a improvisar, sino que dará su mejor esfuerzo. He aprendido mucho de esta actitud, durante estos años que hemos trabajado juntas; para enfocarme en el tipo de público y en el contenido que necesitan recibir”, expresa.
César Chinguel, uno de los fundadores del ICF, agrega que Mariela cultiva varias virtudes humanas, aunque destaca en ella la generosidad y fortaleza con que emprende cualquier iniciativa que promueva el bien de las personas, tanto en las cosas grandes que todos ven, como en aquellas ocultas y sin brillo que solo ella conoce.
La relación de Mariela con sus colegas siempre fue excepcional y sin dudan los extrañará. “Uno se siente tranquila cuando llega aquí y creo que ese es el plus que tiene la universidad. Voy a extrañar ese contacto diario, el saber de cada uno y ayudarnos mutuamente, pero de alguna manera seguiré en contacto y los seguiré viendo”.
Nuevos enfoques
Ahora que ha llegado el momento de finalizar esta etapa, Mariela dice que por estos meses se dedicará a su familia: a sus seis hijas, que viven fuera de Piura, y a su esposo Luis, pues “en la familia nunca se deja de trabajar”.
Se lleva de la universidad gratos recuerdos y espera que siga creciendo y contribuyendo con Piura y con el Perú, ya que tiene mucho potencial para seguir investigando y aportando a la sociedad. En cuanto al ICF, está segura de que las personas que se quedan continuarán transmitiendo la importancia de la familia para el desarrollo de las personas porque ese siempre fue el objetivo.
¡Muchas gracias, Mariela, por tu contribución en la salvaguarda de la familia!
